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Sunday, March 6, 2011

Carolina Herrera, de el libro "El éxito depende de ti, manual para un aprendiz" de Nella Febres-Cordero

Carolina Herrera, fashion designer


Sé, por experiencia, dado los padres que tuve, que el buen ejemplo es la mejor muestra de lo que predicamos. Carolina siempre fue una mujer sofisticada y cuando ella emprendió su camino hacia la moda, nunca dude de su éxito, porque con sólo verla a ella, uno tiene la plena confianza, que lo que produzca, tendrá el sello de un gusto exquisito y de su innata elegancia. La elegancia, así como la alegría, es una actitud, no una consecuencia de algo y ella la posee, ¡porque sí!
Siempre dije, de ella y de otra bella socialité venezolana, Margarita Zing, que eran mujeres que no tendrían que hacer nada en la vida, sino adornar salones de fiesta con su soberbia presencia… Sí, así como esas escenas, maravillosas de las películas en blanco y negro, de los 50, donde una mujer esplendorosa, con un vestido vaporoso, sentada sobre un piano, mira con ojos entornados, a una especie de Cary Grant, que vestido de etiqueta, entona una melodía romántica para encantarla…
— ¡Qué aburrido…! Me comentó ella, divertida, cuando le describí esta imagen, durante la entrevista.
Y así fue, Carolina no se conformó con esa vida del “dolce far niente”y un buen día, partió rumbo a Nueva York, al comienzo de los ochenta, con unas telas diseñadas por ella. Se las enseñó a Diana Vreerland, la editora de Vogue, y ella le sugirió que por qué no diseñaba unos vestidos y esperara ver cuál sería la respuesta.
Regresa a Caracas y le encarga a Melliet, a la Ferrari y a su costurera particular, Delia, doce vestidos diseñados por ella, para armar una pequeña colección. De vuelta a Nueva York, los muestra en las tiendas principales: Saks, Bergdorf y en Mark (una que se encontraba en Park Avenue), y todos quisieron comprar inmediatamente.
Carolina aún no tenía formada una compañía, ni nada por el estilo, pero ese éxito súbito, le dio la idea de constituir una compañía formal. Ya tenía todo listo para hacerlo, en Nueva York, con una compañía francesa, cuando en un cóctel, el día antes de la firma, coincide allí con Armando de Armas. Ella no lo conocía y cuando se lo presentan, él le pregunta, que qué hacía ella. Ella le cuenta lo sucedido con su pequeña colección y lo que estaba a punto de hacer con la compañía francesa y él le pide que detenga eso y que se asocie con él. Esta negociación se hizo en el tiempo record de una semana y así comienza la compañía, en Nueva York, con Armando de Armas y Carolina.
La primera colección se mostró en el año ’81, en el Metropolitan Club, una colección completa, con las mejores modelos, con la gente de moda, todos los periódicos… con todo el mundo. Y ese fue el trampolín que lanzó a la compañía, porque Carolina me dijo: “que a las mujeres que estaban ahí les encantó y a las tiendas también… El éxito de esa compañía siempre han sido las mujeres y los hombres que compran todo lo que yo hago”.
Hubo críticas muy controversiales de la prensa, respecto a su  lanzamiento en Nueva York, unas fueron buenas, pero otros opinaban que ella duraría, a lo máximo, dos años en el mercado…
¡Qué equivocados estaban! ya van veinticinco años desde aquel comienzo y ella cada vez escala más posiciones, abarca más mercados y expande más su líneas. Cuando se menciona el nombre de Carolina Herrera, ya no hay persona que desconozca a quien pertenece; las siglas CH no necesitan explicación ni traducción.
Carolina nació y se crío en Venezuela pero ahora es del mundo.

¿Qué cualidades necesita una persona para lograr sus metas?
Lo primero que tiene que tener es talento. Si no tienes talento para hacer lo que quieres hacer, no vas a llegar a ningún lado. 
Luego, mucha suerte,  muchísima disciplina, mucha pasión por lo que quieres hacer y tener fe en ti misma, fe en que sí lo vas a lograr.  Aunque sabes muy bien que cuando haces algo, por primera vez, no sabes adonde vas; eres como un ciego, no sabes dónde estás. No tienes idea si quieres llegar al tope, si sólo quieres llegar a la mitad… no sabes qué dirección va a tomar esto; todo es una sorpresa. No es que cuando me senté a diseñar, tuve éxito y pasé a estar donde estoy ahora, no. Porque han pasado muchos años y ha habido muchísimo trabajo y mucha dedicación y necesitas suerte…

Y persistencia…
Así es…

¿Cuánta pasión le pones a lo que haces?
Una gran pasión. Si no te gusta lo que estás haciendo, mejor es que lo dejes de lado.

¿Hubo algún evento que te empujó a ser diseñadora?
No hubo ningún evento. Quería hacer algo nuevo y tuve la gran oportunidad de realizarlo en Nueva York. Si te abren las puertas en un lugar como éste, entonces te dispones a intentarlo, ¿no? Me divertía muchísimo la idea de hacer moda, porque me encanta, y no es que de niñita vestía muñecas queriendo ser “fashion designer”, porque no es verdad. Yo de niña y mientras crecía, lo que me gustaba era el tenis y mis caballos. 
Sin embargo, llegó un momento en mi vida que  podía realizar ese deseo de entrar en el mundo de la moda y Reinaldo estaba de acuerdo… Tú tienes que tener también a tu familia de acuerdo, especialmente tu marido y sobre todo él, que me apoyaba en todas mis ideas. Le comenté que por qué no lo hacía y me contestó: por qué no tratas; si estás dispuesta, vamos, hazlo. La oportunidad se dio, justo en el momento de mi vida en que la idea era propicia.

¿Dicen que el éxito a veces te hace indolente, que tiendes a dormirte en tus laureles, piensas que es así?
Eso es una cosa totalmente disparatada, porque eso no tiene que ver con lo que pasa en la vida, donde sucede una cosa nueva, todos los días y te quieres superar. La gente a la que tú le oyes decir: ah, yo soy diseñador, pero ya yo he hecho todo… eso es absurdo, porque yo termino una colección y cuando la veo en la pasarela, pienso, ay, esto ha debido de ser mejor. 
Es decir, que debes de superarte, todo el tiempo, es un reto diario, porque tienes millones de personas alrededor tuyo y sientes como una responsabilidad de agradar a las mujeres que tienes que vestir, no las puedes dejar guindando. O sea, el que se duerme en sus laureles y se conforma con el éxito que tiene, ¡pues lo perdió!

¿Eres estricta contigo misma?
Mucho. Muy estricta, porque vengo de una educación con disciplina y estoy convencida que todo en la vida se hace con disciplina. Mi casa era una casa disciplinada y eso me ha ayudado muchísimo, porque hago todo lo que tengo que hacer. No sé si mi signo, que es Capricornio, me ayuda también. El símbolo del Capricornio es una cabra…

Sí, que escala montañas altísimas porque las pesuñas lo ayudan a no resbalarse y seguir subiendo.
Además, soy sumamente optimista. En mi oficina todos tienen que ser optimistas, porque a la gente con negatividad, yo no la entiendo, porque creo que todo se puede hacer.

¿No crees en una negativa? 
No acepto un no como respuesta.

¿Y con los demás eres estricta?
 Con la gente que trabaja conmigo soy estricta, pero de una manera muy simpática, porque yo trato a mi compañía como si fuera una gran familia. Yo no soy de las que anda por ahí dando gritos y alaridos porque no se han hecho las cosas, nada de eso, creo que todo se logra si lo pides con educación. Y soy estricta si no son talentosos o si lo que están haciendo no lo hacen con pasión.

¿Perdonas con facilidad los errores de tus subalternos?
Muchas veces los tienes que perdonar, porque la gente comete errores y si te dan una explicación, pues, los perdonas. Pero si son errores muy grandes, pues, ya se tendrían que ir.

¿Te levantas temprano?
No soy muy tempranera, la verdad que no.

¿Duermes bien?
Si me dejas… doce horas. Acabo de llegar de Dubai y esa noche que llegué, dormí once horas.

¿En qué piensas al levantarte?
Pienso en las miles de cosas que tengo que hacer; la cantidad de cosas que usualmente ocupa mis días.

¿Tu trabajo es de calidad o cantidad…? Ya que estás expandiéndote tanto con las tiendas CH.
Si el trabajo es de calidad, se convierte en cantidad. ¿Qué importa que hagas cantidad si no es de calidad? Lo mío es de calidad y por eso se convierte en cantidad.

¿Eres buena memorizando hechos?
Tengo la mejor memoria del mundo, porque tengo una memoria fotográfica. Yo me acuerdo de qué tenía puesto quién… cuál vestido tenía puesto todo el mundo. Me acuerdo de todo, porque eso formaba parte de la educación que nos dieron. Mamá decía que si entrabas a un cuarto tenías que ver lo que había dentro del cuarto, no solamente pasear por él y salir otra vez sin darte cuenta qué había allí. Entonces, los detalles, para mí, son importantísimos.

¿Lees mucho?
Muchísimo.

¿Qué lees?
De todo, todos los días, a toda hora y cada vez que puedo. Si estoy triste, si estoy contenta, si estoy ocupada… Leo un ratico antes de dormir, al despertarme. Adoro los periódicos, a cualquier país que vaya. Adoro leer novelas, en fin… leo de todo.

¿Y los periódicos los lees de atrás para adelante o como debe ser?
Como debe ser. Muchas veces leo dos libros al mismo tiempo.

¿Qué género te gusta más?
Me encanta la historia, me encantan los escritores rusos, los franceses, los americanos; los policíacos… la lectura, en general, me fascina.

¿Te ha inspirado la lectura para crear?
  Muchísimo. La lectura te inspira mucho y sobre todo si es un libro maravilloso, bien explicativo, porque te vas imaginando todo lo que puedes hacer y lo trasladas.

¿Trabajas continuamente en tu mejoramiento?
La moda viene con su técnica y yo nunca la he estudiado; lo que tengo es ojo. La moda no es sino para la vista, no tiene ninguna intelectualidad. Es para agradar tu ojo, para hacer a la mujer más bonita. La moda es arte en movimiento. El arte tú lo cuelgas en las paredes y puede estar allí muchos años. La moda, si no te la pones, no es moda. Yo no me pondría todo lo que sale de moda. Una mujer debe saber lo que le queda bien y lo que no le queda bien y porque te quede bien tampoco te lo vas a poner porque te conviertes en una víctima de la moda.

¿Y lo que tú haces?
Algunas cosas sí y otras no. Cada una se viste según su estilo.

¿Si pierdes una negociación, a quién tiendes a echarle la culpa?
Como yo no hago las negociaciones, estoy encantada. (Nos reímos las dos). Se la echo al presidente de mi compañía.

¿Crees en el factor suerte?
Creo muchísimo en la suerte; la suerte es el 80% del éxito de algo. Date cuenta de lo que pasa, hay miles de personas que tratan de hacer lo mismo, hay cantidades de personas que son diseñadores, cantidades de personas que quieren ser pianistas, escritores…     

¿Por qué llegan unos y no otros? 
Es un factor suerte-talento. Puedes tener el talento, pero si no tienes la suerte, quizás no llegues.

Lo de estar en el sitio adecuado, en el momento adecuado, ¿no? 
Para mí, la suerte es un factor enorme.

¿Eres intolerante con tus debilidades?
Pues, sí. Una de mis debilidades es la impaciencia. Entonces tienes que tratar de ser tolerante y preguntarte por qué estás así.

¿Has tomado alguna vez una decisión importante en tu vida, impulsivamente?
Muchas… En la moda, todo es impulsivo.

¿Y en lo personal?
También, eso es humano. Uno toma una decisión impulsivamente y luego dice: ¡ay…! Por qué no diría que no… Claro que sí, mil veces.

¿Tiendes a confiar en tu instinto?
Muchísimo, porque, las mujeres en general, tenemos el instinto mucho más desarrollado que los hombres, porque nosotras nos fijamos más y tenemos más paciencia; los hombres están pensando en otras cosas. El instinto de una mujer es importantísimo. 
A mí por ejemplo, instintivamente, puede que no me guste una persona y no sé por qué… ya que ni siquiera le he hablado. 

¿Tienes momentos de esparcimientos…? ¿Y cuáles son?
Claro que sí, no los tomo en serio, pero me encantan. No es que lo planeo: ahora me voy a tomar un momento de relax… Cuando están, están y cuando no están, no están; y si no se pueden, no se pueden.

¿Haces cualquier deporte?
Yo camino y subo y bajo escaleras. Mi casa tiene muchas escaleras y subo y bajo, continuamente.

¿Eres determinada o persistente?
Soy muy determinada y persistencia y determinación van juntas. No las puedes separar, porque si tienes una determinación y lo haces con persistencia, lo logras; una va con la otra.

No te voy a preguntar si eres optimista, porque ya me lo contestaste, además, todo lo que me has dicho es de una persona optimista. 
¿Si algo te sale mal, cuál es tu actitud?
Si algo me sale malísimo, estoy trágica.

¿Y lloras…?
A veces.

¿Haces alguna obra de caridad?
Muchísima… Es una de las cosas que más me gusta hacer y en cualquier cosa que pueda ayudar, lo hago encantada.

¿Crees en lo imposible?
Lo imposible es difícil de alcanzar, si tienes mucha suerte lo alcanzas. Si tienes mucha determinación…

¿Estás siempre ocupada o productiva?
Ocupada es diferente a productiva. Hay muchísima gente que está ocupadísima y no produce nada. Esto tiene que ver con la disciplina, con lo que te gusta hacer y la pasión que tienes por lo que haces, entonces, quizás serás más productiva. Y si tienes un equipo a tu alrededor que es muy bueno, eso te ayuda, porque tú sola, no lo puedes hacer. 
En una compañía nadie puede hacerlo todo solo, luego, la productividad viene de toda la gente que tienes alrededor y cómo la diriges.

¿Cuando cometes un error lo admites?
A veces, sí y a veces, no.

¿Y si tomas una mala decisión, te enfrascas en ello?
No, no me enfrasco en ello, hay que ir a otra cosa.

¿Sufres ataques de pánico?
No, gracias a Dios, no. Soy la persona más calmada del mundo. Si tú no estás calmada, la gente que está a tu alrededor, se vuelve histérica. En los shows, si tú me ves tras bastidores, y está pasando algo, estamos empezando tarde, cualquier cosa… todo va por dentro, pero nunca, nunca le enseño a nadie que estoy angustiada, porque toda esa gente depende de ti.

Mucha gente exitosa ve al fracaso como la otra cara de la moneda del éxito… ¿Qué piensas tú?
Todo éxito conlleva fracaso, si no cómo puedes despegar, de verdad, con éxito, si no has tenido algún fracaso.

Nosotros los venezolanos nos referimos al pobre y al desposeído como humilde… ¿Qué crees tú que es la humildad?
Eso no tiene nada que ver con pobres o desposeídos. La humildad es otra cosa totalmente diferente, va con la persona. La gente con más éxito y más reconocida mundialmente, más humilde debe ser. Y para mí, tienes que tratar a todo el mundo igual. No debes de tratar al ricachón mejor, porque tiene más dinero que otros. Yo, a todo el mundo lo trato igual. Y la humildad no tiene que ver con como vive la gente o con el dinero que tengan o no tengan, tiene que ver con la persona, con su interior. Que no se crean que son la maravilla, allá arriba montados y que no pueden ver hacia abajo.

¿Tú delegas mucho? 
Sí delego. Es difícil delegar, pero hay que aprender…

¿Te es difícil delegar…? ¿Porque crees que no lo van a hacer bien o porque simplemente no te gusta?
Porque creo que no lo van a hacer bien. Se los explico varias veces.

¿Qué le dirías a un joven o a una joven que quiere emprender el camino que tú escogiste?
Creo que lo primero que tiene que hacer es saber bien si le gusta lo que va a hacer. Tiene que hacerlo con pasión, con disciplina… Que se olvide de lo maravilloso que es ver una colección y que cuando termina es todo glamorosísimo… no, es una cantidad enorme de trabajo y te tienes que enfrascar en eso.
Y sobre todo, si es apta para hacerlo y tiene el talento, que trate.








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