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Friday, March 11, 2011

Era un bikini pequeñito de lunares amarillos

Rubens las pintaba rollizas de piel suave y muy blanca, porque así eran, el ropaje matizaba las imperfecciones y era muy mal vista una piel bronceada, por lo tanto, jamás la exponían.  El  rouge, era rubor, ya que los parasoles impedían que el sol hiciera de las suyas, manteniendo el cutis inmaculado.
El máximo transgresor contemporáneo es Botero, que no se ríe de las entrada en carnes, muy al contrario, las idealiza;  cónsono con los warirke nigerianos, cuyas madres encierran a sus hijas y las engordan, porque es la manera segura de  éstas encontrar marido.  En tanto que en la India siempre han menospreciado la delgadez en las mujeres y aún en esta época de concursos de belleza ellos las siguen prefiriendo de vientres redondos y recovecos carnosos; distando de  las culturas primitivas del Sudán,  donde las mujeres de la tribu  de Los Nubas de Kau se visten cuando están embarazadas, cubriendo el otrora escultural cuerpo, color arcilla, que exhiben al natural —por ser ése es su ideal de belleza. 
     Pero sí es una realidad que el culto al físico trastorna a hombres y mujeres occidentales y  aunque la salud es importante, no parece ser lo primordial.  Las revistas muestran ideales inalcanzables exponiendo lo escaso a la vista,  donde los escotes permiten enumerar los huesos del esternón y las faldas se sujetan con los huesos de la cadera —propiciando los desórdenes alimenticios entre las jóvenes, donde la bulimia y la anorexia hacen de su agosto.   De vez en cuando, se compadecen y reaparecen las curvas, imponiendo una moda que se hace efímera, porque invariablemente regresan las modelos famélicas, atormentándonos.
Paradójicamente,  las estadísticas nos enseñan que en más del 80% de las culturas las prefieren gorditas y es resabido que en épocas pasadas los rollitos de más indicaban prosperidad...  ¡Qué buenamoza estás! nos decían nuestras abuelas, satisfechas, sonreídas de oreja a oreja; connotación, por lo demás halagüeña, que los hombres adjudican a la mujer que está muy bien.
En resumidas cuentas, como dice una famosa máxima: la belleza está en el ojo del espectador.

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